Tristan, el protagonista de esta historia , escoge el camino de la pintura como único refugio para olvidarse de su ninusvalía de nacimiento. El problema radicaba en encontrar el modo en que se suponía que Tristan pintaba. Tenía que imaginarme su posible estado de ánimo frente al caballete. La elección de la técnica adecuada para captar el ambiente de principios de siglo en Paris también requirió su buena dosis de tiempo.
1 comentario:
Estic a punt d'embarcar-me en un viatge similar, paris durant la belle epoque y els impresionistes com a teló de fons!!
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